Mi mejor error.
¿Sabes cuál fue la decisión más difícil aquel día? Tener que elegir entre un café o llevarte a la cama, decidí que tu mirada y la mía se escudriñaran el alma. Y tal vez cometer de nuevo el error de creer en el amor, pero decidí que tu fueras mi mejor error.
Y ahí, estaba yo. Con la seguridad de esa coraza que por tanto tiempo construí con cada decepción y desamor. De la forma más firme y gramo a gramo me fui blindando de sensaciones y sentimientos que pudieran abrir brechas al amor, era toda una armadura dura y fría. Hasta que te vi a los ojos, a ti, mi mejor error.
Eras real y estabas enfrente de mí, tu mirada, la mas hermosa y perfecta que vi en mucho tiempo, sin el más mínimo esfuerzo y como si se tratase de los dientes de la flor de León que se desprenden con el soplo de viento, se fueron desprendiendo una a una las partes de esta pesada armadura. No sé cómo paso.
Un parpadeo de tus ojos, fue el comienzo de el anhelo de tus manos en mi piel, el brillo de tus ojos, me hizo querer protegerte para siempre, el color intenso de tus ojos, me hizo querer saber hasta el temor más profundo, el deseo más oculto y el sueño más latente.
Si es verdad que los ojos son la ventana del alma quiero entrar por esa ventana y ser parte de la tuya. Gracias por ser mi mejor error y por devolverme a la vida haciendo que crea de nuevo en el amor.
A-
